¿Somos conscientes de lo que comemos?

En el siguiente post voy a hablar sobre un tema bastante actual e interesante: la alimentación. Para poder tener una opinión formada de este tema he estado formándome durante varios años escuchando las opiniones de nutricionistas y deportistas de élite, además de probar varios tipos de dietas con el fin de seguir la más adecuada para mí.

Como sabemos, hoy en día disponemos de todo tipo de información en cuanto a dietas y consejos, pero ¿Cuál es la adecuada?, ¿Es tan importante lo que comemos?, ¿Estamos influenciados por la industria alimenticia? Bien, este tipo de preguntas vamos a desarrollarlas a continuación.

En primer lugar, es necesario saber que cada persona tiene características propias como es el metabolismo y la genética, por tanto, una dieta que a una persona le funciona no significa que a ti te repercuta de la misma manera. Este es el principal motivo por el cual la gente cambia constantemente de dieta, pero esto es debido realmente a que buscamos progresiones a corto plazo, y es justamente lo contrario. Además, solo nos fijamos en lo que podemos ver, me explico, al seguir un determinado tipo de dieta, buscamos resultados externos, sin tener en cuenta la repercusión de ésta en nuestro organismo interno, por tanto, invito a realizar revisiones constantemente con el fin de analizar nuestro cuerpo al completo, observar las carencias y como subsanarlas. Estoy seguro de que gran parte de las cosas que tenemos, las revisamos y las reparamos en caso de que sea necesario, ¿O a caso no comprobamos la salud de la batería de nuestro móvil periódicamente? Cuerpo solo tenemos uno y por tanto es imprescindible comprobar su estado a menudo.

Por otro lado, es importante saber que como en el mundo de la moda, la alimentación sigue tendencias, de este modo, debemos saber si la dieta que seguimos es simplemente una moda o es la adecuada para nosotros. Además, muchas empresas alimenticias siguen esta tendencia y elaboran sus productos en función de la demanda de este tipo de alimentación. Considero que hoy en día, sin duda, estamos ante un entorno VUCA en el sector alimentario, lo cual hace que las empresas se adapten constantemente a las tendencias de los consumidores, y esto, puede generar grandes riesgos, sobre todo a las pequeñas empresas del sector.

Si hablamos de nuestras fuentes de información, ¿Estás seguro de que la información alimentaria que recibes es veraz? ¿O estás siendo manipulado? Es fundamental hacerse este tipo de preguntas con el fin de analizar y decidir si basarse en la información obtenida o no. Hoy en día, con las redes sociales han aparecido un gran numero de personas que se dedican a dar consejos y lecciones sobre dietas y alimentación, siendo la mayor parte de ellos personas que no han sido formadas en este ámbito. El autodefinirse nutricionista sin serlo crea dos problemas principalmente, el primero es la desinformación que generan al dar consejos a otras personas, y el segundo es la creación de un mal prestigio de este sector con la aparición de tantos farsantes.

De este modo, para obtener una buena información y contrastada, es necesario basarse en estudios científicos sólidos y de una fuente veraz, como puede ser la de la Organización mundial de la Salud o la del gobierno del país.  Además, qué mejor que acudir a un nutricionista cercano y de confianza, ya que nadie va a conocer y analizar nuestro cuerpo como él, sumado a dietas y un seguimiento personalizado con el fin de mejorar nuestra salud a largo plazo y tener una buena condición física. Aunque debo recalcar el escaso pero creciente número de personas que acuden a nutricionistas, y esto es debido a que no somos conscientes de la repercusión de la alimentación en nuestro cuerpo tanto a corto como a largo plazo, pero eso sí, cuando nos duele un ligamento, enseguida acudimos al fisioterapeuta, en fin, hipocresía actual.

Llegado a este punto puede que te preguntes, “Vale, mediante una buena alimentación alargaremos nuestra vida, pero ¿No existe un grave problema de superpoblación en los próximos años? Mi es respuesta es si rotundamente, pero con unos matices. Es cierto que hay cierto nivel de hipocresía en el concepto de ser más longevos al mismo tiempo que reducir la superpoblación, pero, con una alimentación saludable no se pretende ser inmortal o vivir más de 100 años, ya que la alimentación no es la única variable que incide directamente en la longevidad de las personas. El principal propósito de una buena alimentación es mejorar el bienestar y la calidad de vida, reduciendo las enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, una vez mostrado el propósito de la buena alimentación, es importante recalcar que ésta debe ser a parte de saludable, sostenible, ya que, sería irónico cuidar nuestro cuerpo y no hacerlo con nuestro planeta y sus ecosistemas. Por tanto, es imprescindible hoy en día pensar en una alimentación sostenible, además de saludable, porque como ya sabemos, la industria alimenticia genera muchos residuos, tanto sólidos como gaseosos y, además, consume muchos recursos. Un ejemplo de ello son las granjas masificadas de vacas, porque como ya sabemos, esta industria genera un impacto negativo en la capa de ozono, pero cabe recalcar que no es a causa del animal, sino de la masificación generada de este para satisfacer a la demanda de lácteos.

Como conclusión es importante destacar la importancia de estar informado ya que a medida que la información es más rápida y universal, los bulos y malas recomendaciones lo hacen también, por tanto, debemos utilizar canales oficiales y verificados, con el fin de tener una alimentación adecuada y mejorar nuestro bienestar a largo plazo. Por otro lado, la importancia de la sostenibilidad de nuestra alimentación, apostando por productos ecológicos y con escasa huella de carbono, con el fin de favorecer el comercio local y además reducir el impacto medioambiental personal. Desde mi punto de vista, no hay que restringirse alimentos, independientemente de si son procesados o no, ya que, darnos un capricho de vez en cuando no supone ningún riesgo nuestra salud, y por supuesto, gran parte de estos caprichos son sabrosos y adictivos. Por tanto, se debe seguir una alimentación adecuada y equilibrada habitualmente, y darse algún capricho esporádicamente, así indirectamente, reducimos el efecto rebote a largo plazo, en el caso de que no tengamos opciones saludables en ciertas comidas. Podría tratar de ser más original, pero creo que la frase que mejor lo define es “Somos lo que comemos”.